martes, 27 de marzo de 2012

DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 3 y 4


MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA
DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 3 y 4 
Enseñanzas del Magisterio de Paulo VI

Rechazando a
 los intrusos
 pentecostales
 dentro de la
 Iglesia Católica


3.     CON LOS OJOS DEL ESPÍRITU
Miremos a la Iglesia como la vio y la ve Jesús desde el cielo, penetrada, encendida, santificada por su Espíritu.
Escuchemos a San Pablo.
Jesús la ve hermosa, como a una esposa, Él la había amado en primer lugar : “Cristo, dice el apóstol, amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo en sacrificio por ella” (Ef 5,25).
Y seguidamente añade : “Para santificarla, purificándola mediante el lavado del agua con la palabra de vida, a fin de presentársela a sí mismo gloriosa, sin mancha o imperfección, sino santa e intachable” (cfr. Ib 26-27).
San Ambrosio quiere que Cristo vea a su Iglesia revestida con vestiduras blancas, inmediatamente después del bautizo (toda alma bautizada es típica y refleja en sí el esplendor de la Iglesia (cfr. De Lubac. Méd. P. 270); porque “en su belleza ha venido desde el cielo el Espíritu Santo” (De Mysteriis, 7,37; C.S.E.L. pág. 104).
En el hombre la belleza produce el amor, en Cristo el amor va delante y produce la belleza de la Iglesia.
Es decir, la hermosura de la Humanidad por Él amada y redimida.
Y conducida de nuevo a la perfección primitiva, al orden ideal de la creación, irradiante con esplendor intuitivo.
La Iglesia, en quien  arde el Espíritu de Cristo, es como una lámpara encendida.
Nosotros deberemos mirarla bajo este prisma.


Audiencia General 7.VI.1972

 OREMOS 

Oh Espíritu Santo 
penetra , incendia 
santifica nuestras 
almas con el ardor
de tu amor santo 
y divino genera en
nosotros la belleza 
de Jesucristo para
ser gratos al Padre.
Amén. 

4.    RENOVACIÓN ESPIRITUAL CONSTANTE
Bajo esta perspectiva, el hombre nuevo que vosotros deséais, es aquél que, en Cristo, ha sido “creado según Dios, en la Justicia y Santidad de la verdad” (Ef 4,24); es aquél que, regenerando en el bautismo y abierto a las influencias del Espíritu, trata de ser en el mundo, y no por esto menos interesado por llenar las terrenas al nivel debido de justicia, de honradez, de equilibrio, infundiendo en ellas aquel amor que solamente en Cristo tiene el origen y el modelo.
No os canséis de trabajar por este fin altísimo : para tal fin necesitáis una rica vida espiritual, una sincera búsqueda de autenticidad cristiana, un riguroso compromiso de entrega, una incansable y jamás burlada voluntad de apostolado.
“Renacimiento cristiano” significa, todo esto : porque el mundo no podrá ser renovado si los hijos conscientes de la Iglesia no se disponen, en primer lugar, a renacer cada día en novedad de vida, en la comunión de la gracia y de la liturgia, en el contacto íntimo con Dios, en la caridad hacia los hermanos, abiertos a la brisa del Espíritu, según la frase del Salvador : “Ninguno podrá entrar en el Reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu.
Lo que ha nacido de la carne es carne, lo que ha nacido del Espíritu es Espíritu… El viento sopla dónde quiere; tú sientes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.  Así sucede a todo el que ha nacido del Espíritu” (Jn 3,5-8).


Al Renacim. Cristiano ital.  2.V.1970.

 OREMOS 

Oh Espíritu Santo , Oh Dios de Justicia y de Verdad 
renueva la faz de la tierra con el viento de tu Voluntad
regenerando nuestro agobiado y oscuro corazón vednos
como estamos caídos y sin fuerzas por las culpas y el 
pecado demoledor , haznos nacer de nuevo en el agua 
y el Espíritu Oh Brisa divina , Ven no tardes más , Amén.

Madre Amable del Verbo de Dios , ora pro nobis ,amén.

Gracias por leer y estudiar con más profundidad el Gran Misterio , hasta la próxima.

viernes, 9 de marzo de 2012

DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 2


DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 2
Enseñanzas del Magisterio de Paulo VI


Rechazando a
 los intrusos
 pentecostales
 dentro de la
 Iglesia Católica 





3.     CON LOS OJOS DEL ESPÍRITU
Miremos a la Iglesia como la vio y la ve Jesús desde el cielo, penetrada, encendida, santificada por su Espíritu.
Escuchemos a San Pablo.
Jesús la ve hermosa, como a una esposa, Él la había amado en primer lugar : “Cristo, dice el apóstol, amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo en sacrificio por ella” (Ef 5,25).
Y seguidamente añade : “Para santificarla, purificándola mediante el lavado del agua con la palabra de vida, a fin de presentársela a sí mismo gloriosa, sin mancha o imperfección, sino santa e intachable” (cfr. Ib 26-27).
San Ambrosio quiere que Cristo vea a su Iglesia revestida con vestiduras blancas, inmediatamente después del bautizo (toda alma bautizada es típica y refleja en sí el esplendor de la Iglesia (cfr. De Lubac. Méd. P. 270); porque “en su belleza ha venido desde el cielo el Espíritu Santo” (De Mysteriis, 7,37; C.S.E.L. pág. 104).
En el hombre la belleza produce el amor, en Cristo el amor va delante y produce la belleza de la Iglesia.
Es decir, la hermosura de la Humanidad por Él amada y redimida.
Y conducida de nuevo a la perfección primitiva, al orden ideal de la creación, irradiante con esplendor intuitivo.
La Iglesia, en quien  arde el Espíritu de Cristo, es como una lámpara encendida.
Nosotros deberemos mirarla bajo este prisma.


Audiencia General 7.VI.1972




OREMOS 
¡ Oh Señor !. deseo ver con los ojos
 del espíritu tus grandes obras de 
amor Ver siempre a Jesús en la 
tierra como en el cielo viva mi alma
penetrada y encendida en éxtasis 
de amor divino por tu Iglesia Santa 
que es el esplendor de la humanidad.
Amén.





4.    RENOVACIÓN ESPIRITUAL CONSTANTE
Bajo esta perspectiva, el hombre nuevo que vosotros deséais, es aquél que, en Cristo, ha sido “creado según Dios, en la Justicia y Santidad de la verdad” (Ef 4,24); es aquél que, regenerando en el bautismo y abierto a las influencias del Espíritu, trata de ser en el mundo, y no por esto menos interesado por llenar las terrenas al nivel debido de justicia, de honradez, de equilibrio, infundiendo en ellas aquel amor que solamente en Cristo tiene el origen y el modelo.
No os canséis de trabajar por este fin altísimo : para tal fin necesitáis una rica vida espiritual, una sincera búsqueda de autenticidad cristiana, un riguroso compromiso de entrega, una incansable y jamás burlada voluntad de apostolado.
“Renacimiento cristiano” significa, todo esto : porque el mundo no podrá ser renovado si los hijos conscientes de la Iglesia no se disponen, en primer lugar, a renacer cada día en novedad de vida, en la comunión de la gracia y de la liturgia, en el contacto íntimo con Dios, en la caridad hacia los hermanos, abiertos a la brisa del Espíritu, según la frase del Salvador : “Ninguno podrá entrar en el Reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu.
Lo que ha nacido de la carne es carne, lo que ha nacido del Espíritu es Espíritu… El viento sopla dónde quiere; tú sientes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.  Así sucede a todo el que ha nacido del Espíritu” (Jn 3,5-8).


Al Renacim. Cristiano ital.  2.V.1970.

OREMOS 

¡OH ESPÍRITU SANTO !
DESEO SER UN HOMBRE
NUEVO CON UNA RENOVACIÓN 
ESPIRITUAL CONSTANTE FORMAN_
DO EN MI A CRISTO AMADO LLENO
DE JUSTICIA Y SANTIDAD POR LA 
VERDAD MÁS YA NO NACIDO DE LA
CARNE SINO DEL ESPÍRITU, AMÉN.
MARCO ANTONIO GUZMÁN NEYRA , pda & j.c

Continuará ...



 Ir a la página de inicio , aquí 


viernes, 2 de marzo de 2012

DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 1

DOCTRINA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO PARA NO CONFUNDIRNOS 1


Enseñanzas del Magisterio de Paulo VI


Rechazando a
 los intrusos
 pentecostales
 dentro de la
 Iglesia Católica


1.          EL DON DE DIOS AL HOMBRE


Una de las páginas más misteriosas y maravillosas de nuestro catecismo es precisamente la que se refiere a la comunicación del  Espíritu Santo a los fieles, produciendo en ellos un nuevo, el estado de gracia con todo el cortejo de actitudes operativas, las virtudes infusas, y los dones y frutos espirituales, con que esa animación divina enriquece a las almas, que tienen la fortuna inestimable de ser penetrados por el amor vivificante y santificante.
 
El Espíritu Santo ha ocupado en los documentos del Concilio una posición de honor, la que Él se merece; sea suficiente ahora una sola cita: “Cumplida la obra que el Padre había confiado al Hijo sobre la tierra (cfr. Jo 17, 4-7), el día de Pentecostés fue enviado al Espíritu Santo para santificar de forma continua a la Iglesia, y para que de esta suerte los creyentes tuvieran, por medio de Cristo, acceso al Padre en un solo Espíritu (cfr. Ef 2, 18).  Éste es el Espíritu que da la vida, una fuente de agua que brota hasta la vida eterna (cfr. Jo 4,14; 7,38-39); por medio de Él, el Padre devuelve la vida a los hombres, muertos por el pecado, para que un día resucite Cristo en sus cuerpos mortales (cfr. Rom 8,11).  El Espíritu Santo habita en la Iglesia y en los corazones de los fieles como en un templo (cfr. 1 Cor 3,16; 6,19), y en ellos ora y da testimonio de su adopción filial (cfr. Gál. 4,6; Rom 8,15-16 y 26).  El guía a la iglesia hacia toda la verdad íntegra (cfr. Jo 16,13), la unifica en la comunión y en el ministerio, la instruye y dirige con diversos dones jerárquicos y carismáticos, la embellece con sus frutos (cfr. Ef 4, 11-12; 1 Cor 12,4; Gál 5, 22).


Audiencia General   17.V.1967.

Ven Espíritu Santo , 
Ven Gracia para todo , 
dadnos virtudes infusas 
Ven Fortuna Inestimable 
Ven Amor Vivificante
 y Santificante , Amén

Marco Antonio Guzmán Neyra, pda.


2.        CONOZCAMOS AL ESPÍRITU SANTO

Si queremos ser discípulos fieles del magisterio conciliar, debemos incrementar nuestra información doctrinal sobre el Espíritu Santo.  Existe una amplia literatura nueva sobre este estupendo y fecundísimo tema.
Esta literatura no se refiere tanto a la investigación teológica sobre el Espíritu Santo como a las relaciones que la tercera persona de la Santísima Trinidad tiene con la Iglesia y con cada una de las almas.
De este modo, nos son evocados los títulos que distinguen las operaciones del Espíritu Santo hacia la humanidad redimida y por redimir por mérito de Cristo :  Él es, por excelencia, el Santo y el Santificador; Él es el Paráclito, es decir, nuestro patrono y consolador; Él es el vivificante; Él es el Libertador; Él es el Amor,; es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo, es la gracia increada que habita en nosotros, como fuente de la gracia creada y de la “virtud” de los sacramentos; es el espíritu de verdad, es la unidad, es decir, el principio de la comunión, y, por tanto, el fermento del ecumenismo, es el gozo de la posesión de Dios; es el dolor de los siete dones y de los carismas, es el fecundador del apostolado, es el sostén de los mártires, es el inspirador de los maestros interiores, es la voz primera del magisterio y la autoridad superior de la jerarquía; es, finalmente, la fuente de nuestra espiritualidad : “Fons vivus, ignis, caritas et spiritalis unctio”.
                                                                                                                            Audiencia General  26.V.1971. 



¡ OH EXCELENTE ESPÍRITU 
SANTO Y SANTIFICADOR. 
PARÁCLITO NUESTRO
PATRONO Y CONSOLADOR.
TU VIVIFICANTE ,LIBERTAD
EN EL AMOR.
ESPÍRITU DE DIOS ,ESPÍRITU
DE CRISTO ,GRACIA INCREADA!,
AMÉN.
                                                                                                                   Marco Antonio Guzmán Neyra, pda.





Continuará...





Ir  a la página principal , aquí